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25 de noviembre de 2015

Llega el invierno a Doniños

                                                                          Doniños: ha llegado el invierno.                                                                                           
     Disfrutábamos de un otoño agradable, con agua a una temperatura que permitía, incluso, el 3/2 en un baño corto. Para ir a la playa todavía no desentonaban las bermudas y las chanclas del veranito, ya lejano, es verdad, pero que se quiso ir a finales de agosto y resultó que no nos ha dejado, en cierto modo, hasta la semana pasada.
     Pero tal como viene sucediendo con los cambios de estación últimamente, de pronto el viento se tornó frío, casi gélido, y las nubes, que hace días aun nos engañaban dejando filtrar el sol con timidez, taparon el cielo como si se hubiese corrido un oscuro techo de acero gris, opaco a la ya escasa fuerza del sol.
     Por eso, esta fotografía de Doniños en pleno mediodía es muy descriptiva, pienso yo. A nuestras espaldas está llegando del norte ese techo que nos cubrirá hasta que -allá por marzo si hay suerte- amanezca inesperadamente un buen día de sol y tal como llegó desaparezca, cargándonos de inmediato de optimismo primaveral y buenas temperaturas.
     Aunque de momento allá al fondo, hacia el sur, hacia donde van las golondrinas y otras aves que entienden mucho mejor que nosotros esto del invierno, vemos como se va escapando el sol, con toda su luz y su calor, pero eso sí, despidiéndose educadamente por unos meses, durante los que habrá que resistir su ausencia con resignación.
     Pero también es verdad que siempre nos quedará la playa Cristina, allá por la parroquia de Lago, en la que las fieras olas del atlántico invernal se vuelven amables y nos permiten seguir disfrutando del surf.