Estos días me ha sido imposible rematar mis entradas en el blog, relacionadas con la aventura del Ribadense Oscar García de recorrer la costa gallega en una frágil, fragilísima tabla de SUP.
La
motivación que, en principio, le ha llevado a Oscar a hacer semejante machada
es la de reunir fondos para la Asociación
Raiolas , de niños que padecen el síndrome de autismo, en la
que él desarrolla su tarea profesional. Pero, para mí, esta motivación no es la
única. Indudablemente quizás haya sido el motivo desencadenante y el que se
encuadra en los sentimientos más íntimos de Oscar, una persona que goza de gran
sensibilidad y ternura, como pude comprobar los pocos y cortos momentos que
compartimos, primero en Silleda y más tarde en Ferrol.
Pero el
otro motivo que Oscar ha tenido para lanzarse a recorrer la enrevesada, peligrosa,
pero bellísima geografía marítima gallega, entiendo que ha sido su espíritu de
aventura. No creo que sea posible organizar este proyecto y llevarlo a cabo,
con todas sus innumerables dificultades, si no estás dispuesto y mentalizado
para pasar por las situaciones que Oscar tuvo que afrontar durante su empresa,
incluidos los problemas ajenos a la propia navegación. Y afrontarlo sin apoyo por mar de alguna embarcación es, sicológicamente, ya por sí mismo, un reto de valentía y capacidad mental para estar ahí fuera completamente solo, aun cuando tuviera comunicación casi (no siempre) constante con su equipo.
Oscar rema durante una de las etapas más incómodas, por los fuertes vientos de la zona, la Costa da Morte |
Oscar, lo que has hecho hasta ahora justifica plenamente el
esfuerzo. Todos los que hemos visto las condiciones meteorológicas de estos días
nos hemos acordado de ti y de lo mal que lo estarías pasando al no poder
cumplir al 100% tus objetivos, que, desengáñate, eran muy ambiciosos, ya que
estar ahí fuera, remando una maratón –etapas de 30-40 km .- cada día y no
precisamente en las aguas tranquilas de una piscina, era muy complicado. El
esfuerzo fisiológico, estar de pie y remando durante bastantes horas cada día,
es un castigo tremendo para el organismo. Yo sé muy bien de qué estoy hablando
ya que mi profesión ha sido intentar llevar al máximo esfuerzo diario a mis
nadadores, y sé como responde el organismo a esa presión. Cansancio muscular,
posible problemas con los ligamentos y tendones de los hombros, en especial con
el delicado manguito de los rotadores, un talón de Aquiles para el que trabaja
largas horas cada día con sus hombros, dolores de espalda, de caderas, de
rodillas…
Por otra parte, el mar tendría que haber estado más de dos
semanas perfecto para poder hacer todo esto con tranquilidad, y eso, en la mar
de Galicia, en mi opinión, es imposible. La situación meteorológica ha sido
mala para la época del año, y estar ahí fuera con vientos muy fuertes y con un
respetable mar de fondo en ocasiones, pasando zonas temidas por la navegación en una pequeña balsa que apenas sobresale del agua, es algo que, en mi opinión,
solo se puede calificar de una manera: TITÁNICO.
Etapas de casi 40 Km fueron el pan de cada día. Como ésta, Bayona-A Guarda, precisamente la última, quizás la más larga. ¿Cómo estarían los hombros de Oscar? |
Hola Carlos!
ResponderEliminarDesde luego toda mi admiración hacia Oscar. No cabe duda de que el sufrimiento y el esfuerzo han debido de ser tremendos. Como bien explicas la ausencia de embarcación de apoyo hace que la odisea resulta mas complicada.
Lo dicho, mi aplauso y respeto para Oscar, un saludo y buen finde!
Es difícil asimilar todo lo que ha hecho este hombre, todo el esfuerzo y superación de dificultades, en tan solo quince días.
ResponderEliminarUn saludo Fran