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7 de agosto de 2015

SAN XURXO Y SUS CORRIENTES

Las líneas rojas señalan la dirección de la resaca. Al ser una ola que suele formar una larga barra, el agua tiende a escapar por donde menos resistencia tiene, y es por el acantilado. Esta corriente favorece la llegada al pico, pero en días de mucho mar estas corrientes llegan a tener una velocidad de 3/4 nudos, demasiado para remar contra ella durante los 200 metros que hay hasta la orilla.
Hace unos días un surfista (supongo que alguien que no conoce bien esta playa), tuvo que ser ayudado a salir del agua, pues no era capaz de llegar a la arena. Un socorrista sufrió bastante (me imagino) para efectuar este rescate, pues finalmente hubo que elegir la única opción que parecía viable, hacerlo por las rocas. Esta salida del agua, a la desesperada, tiene una gran complicación, ya que además hay que remontar la empinada pared del monte, con la tabla a cuestas, aunque recuerdo un caso parecido en el que la tabla quedó en el agua y desapareció llevada por la corriente, mar adentro.
En San Xurxo, con mucho mar (tres metros o más), si bien es muy rápido entrar al pico por la corriente pegada al acantilado, es muy complicado volver desde el pico a la playa debido a las corrientes. Ese mismo día estuve viendo esa rompiente, y ya se percibía como la corriente era fortísima moviendose paralela a la orilla, hacia el acantilado, saliendo luego pegada a éste a mar abierto
La dificultad para el surfista surge cuando, situados en la zona habitual del pico (a unos escasos cien metros de la punta de rocas) o un poco más cerca de la orilla cogiendo el segundo pico de olas más pequeñas, pretendemos salir directamente hacia la playa, porque estamos cansados o simplemente decidimos salir del agua, y remamos rectos hacia la orilla. Porque a medio camino nos damos cuenta de que hay un grave problema, y es que la corriente nos está empujando hacia las rocas en donde después nos encontramos con otra corriente -más fuerte aún- que sale directamente hacia el mar pegada al acantilado. Por pura lógica, intentamos desviarnos remando hacia la izquierda, en dirección a la playa pero más abierto. Tarea inútil, la corriente nos empuja tozudamente cada vez más hacia nuestra derecha y pronto vemos que es imposible llegar a la arena. Solo queda una opción, mejor dicho dos: las rocas o volver al pico.
En este segundo caso (es lo más razonable, porque lo de las rocas ya hemos visto los riesgos que tiene) una vez llegados a la zona de rompiente (o por detrás de ella) hay que tratar de pasar al otro lado de la misma, para iniciar de nuevo la entrada a la playa, pero mucho más abiertos, con objeto de que al encontrarnos con la corriente que antes nos empujó lateralmente, ahora tengamos margen para llegar a la orilla antes de que nos lleve hasta las rocas. Pero eso sí, hay que remar fuerte, y es un largo recorrido.
En resumen, lo mejor es no meterse en esos días, ni siquiera en las olas más pequeñas que rompen más cerca de la playa: es una trampa porque sin darte cuenta la corriente te está situando cerca de las rocas y después te arrastrará al pico de fuera.



5 comentarios:

  1. Hola Carlos,
    Gracias por el post, información muy útil y que todos deberíamos de tener presente. Al parecer este año se han producido desgraciadamente bastantes ahogamientos, creo que las cifras superan ampliamente a las de años anteriores, tengo la sensación de que bajamos la guardia bastante, tanto dentro del agua como fuera.
    Un saludo y feliz finde.

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  2. Resulta que el viernes (según La Voz de Ferrol) hubo que rescatar a un buceador madrileño en apuros, precisamente en el canal de la izquierda. Y eso que casi no había mar.
    Un saludo

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  3. Me refiero al canal de San Xurxo, claro está.

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    Respuestas
    1. Nuevo rescate en San Jorge el viernes. Un surfista de 51 años (dice La Voz), tuvo que ser auxiliado por los socorristas, a causa de las corrientes que impedían volver al surfista.

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    2. Cuarto rescate en la corriente de San Xurxo, esta vez de una alemana.de 31 años que hacía surf, con mala mar y, por tanto, en condiciones muy peligrosas. Yo mismo eh estado hoy comprobando el arrastre de dicha corriente. Dejé la tabla suelta casi en la orilla, y pude ver como rápidamente se iba hacia el acantilado y hacia afuera. Y con medio metro de olas.

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